domingo, 10 de febrero de 2008

las olas rompen en tu pecho doliente, las muecas escapan de tu rostro, la vergüenza y el decoro las maquillan, el dolor asoma por tus ojos.

1 comentario:

Guillermo Berrones dijo...

Puede que las razones del lector no sean las mismas del poeta, pero la esencia de la sensibilidad no requiere lecturas hermenéuticas, simplemente se disfruta la emoción que se despierta. Admmirable.