domingo, 3 de febrero de 2008

Cinco días de reposo.

Mi voz no me acompaña en este texto, acostumbro leerme en voz alta y ahora no lo puedo hacer pues ha desaparecido, dice un gnomo que tenemos en casa que se ha ido al agujero negro a donde se van las cosas que se pierden y nunca más las encuentras, como las llaves, el otro par del calcetín, las cucharas y los cortauñas, de pronto un día no los vuelves a ver pero están ahí en el agujero negro de los gnomos. Una hada madrina con risa de bruja, dice que la malvada bruja mayor me la ha robado y que le dará un buen regalo ya que mi voz es muy fastidiosa y a veces no para de emitir chillidos. La princesa me dice que tengo una infección en la garganta, que tengo que ir al médico e inyectarme y entonces me pondré mucho mejor.
No he buscado mi voz, no he metido la mano al agujero negro, no he peleado con la bruja mayor para recuperarla, ni he ido al médico y lo de las inyecciones lo considero imposible. No estoy segura de querer recuperarla. Mi voz es media, es decir ni grave ni aguda, bueno es media aguda o media fastidiosa o fastidiosa entera, eso me dijeron cuando estaba en secundaria e hice una audición para entrar al coro. Nos llamaron a las chicas del salón, nos formaron en línea y nos pusieron a cantar “cielito lindo”, la maestra pasaba al frente de la línea deteniéndose y moviéndonos como piezas de ajedrez y entonces me colocó en la fila de la voz media, ahí supe que mi voz era media, después volvimos a cantar. Estaba realmente inspirada creo que hasta cerraba los ojos cuando cantaba “ese lunar que tienes cielito lindo junto a la boca…”, entonces la maestra volvió a pasar junto a las filas y se detuvo un momento junto a mi, puso cara de espanto me tomo del hombro y me dijo –vete a tu salón… ¡pero ya!- , salí con cara apenada y sin ganas de llegar al salón, me senté en las escaleras esperando que saliera una compañera más, mientras esperaba pensaba en la posibilidad que mi voz cambiara algún día como la de los varones, esperanza que sigo esperando. Hoy que mi voz esta perdida espero que regrese a mi con otro color, otra tesitura, diferente por el bien de los que me escuchan.

3 comentarios:

Guillermo Berrones dijo...

Bueno, te has vuelto, supongo, dueña de una voz elegantiosa, de mujer de mundo. Además cantas bonito y atrevida, recordarás tu melodía frente al Gorrión en casa de Tomás.
Que el gnomo te vuelva ¡ya! la voz de la amiga que tanto queremos. ¡Ánimo!

Luz Rodríguez Llanes dijo...

Fastidiosa o no es la voz de la alegría, qué le vamos a hacer,por nosotros no te preocupes ya estamos acostumbrados.

Fernando Arellano dijo...

Tu voz volverá igual de latosa y fastidiosa que siempre, lo cual celebro; pues me permitirá, como hasta ahora lo ha hecho, anticipar el gusto de saludarte al escucharte hablar entre la multitud mucho, mucho, antes de encontrarte. Qué le vamos a hacer: estás chiquita y tienes vozarrón.