martes, 7 de octubre de 2008

La ciudad despierta

Hoy la ciudad se levantó con otro muerto y con más naciendo. Uno menos y muchos más. Mi cuerpo se aleja de las noticias y se pierde donde abandonos y encuentros suceden a cada hora. Comienzo la rutina en medio de adolescentes gritando y aplaudiendo fuerte. Me pierdo en la ciudad. Navego más adentro. Hay más gritos, más vivos, más muertos, más esquinas que me esperan a desayunar un café con croissant. Yo simplemente desayuno y la tomo para mí.

3 comentarios:

Fernando Arellano dijo...

No cabe duda de que estos días te has vuelto prolífica.

Ricos textos, que ya iré comentando en su momento, que huelen a catarsis, expiación y melancolía. Cada vez más lejos de la rabia y de la frustración; eso es bueno, pues a nadie le hace bien quedarse ahí. ¡Salud!

Anónimo dijo...

Que facinante manera de decir las cosas, toda una inspiración para los que vamos comenzando.

Guillermo Berrones dijo...

Amiga ¿qué bonito escribe!