domingo, 6 de julio de 2008

Domingo de Wimbledon


Nadal, nos regala un domingo de sorpresas, aunadas a la esperanza del joven ganándole al experto.


El juego se interrumpió dos veces por la lluvia y fue hasta el quinto sets que Nadal vence a Feder, en lo que es su primer título como campeón en Wimbledon. Después de una caída que significaba, mengua y desfallecimiento, cuando algunos lo daban por perdido, Nadal sacó la fuerza aunada a la técnica que le ha dado la experiencia. Jugó el juego "perfecto" como lo había anunciado, nos regaló un domingo de emociones, altibajos de montaña rusa, expectantes al joven. Llenó la pantalla de luz con su giño y gesto de entrecejo, la condición de campeón denotó sus acciones en cada uno de sus tiros, el nerviosismo en sus manos, en los saques. El sincretismo de la seguridad con el misticismo de su singular seña al sacar. En fin, gané una apuesta, aposté al débil, al perdedor, al joven, al que no había ganado. Ya lo ven también los que perdemos podemos ganar alguna vez. Gracias Nadal por llenar el domingo de alegría.


2 comentarios:

Guillermo Berrones dijo...

No recordaba que te gustara tanto el Tenis, amiga. Me perdí el juego por culpa del Conquián, donde por cierto gané.
Deberíamos hacer una publicación indpendiente (en papel, por supuesto) con tanto talento de amigos y alumnos seguro sería un éxito. En fin, otro sueño más.Felicidades.

Fernando Arellano dijo...

Nadal volvió a ganar. Viejas noticias. Tiempo de escribir.